Se trata de una inversión a riesgo para el midstream –el mercado de no regulados–, que les permitirá a las empresas que operan en la cuenca neuquina transportar el fluido por un caño de 36 pulgadas hasta una planta de tratamiento, donde se eliminarán las impurezas como el dióxido de carbono y el agua. Después de este proceso el hidrocarburo puede ser inyectado al gasoducto para su distribución o hasta una planta de licuefacción, lo que permite su exportación.
Según detallaron desde TGS, los caños del ducto de 130 km con una capacidad de transporte de 60 millones de metros cúbicos diarios se están fabricando en la planta Siat Tenaris en Valentín Alsina. En tanto, la planta de tratamiento contará con una capacidad de procesamiento de 5 millones de metros cada 24 horas, pero podría ampliarse hasta 50 millones.
El proyecto es ampliable al compás del desarrollo de los productores, por eso el monto final del desembolso dependerá del número de empresas de upstream que quieran sumarse.
La compañía señaló en un comunicado que los proyectos de midstream que está llevando a cabo “representan una contribución esencial al desarrollo de las reservas de shale gas, ya que garantizarán la infraestructura requerida para inyectar la producción incremental de gas a los principales sistemas de transporte y permitirá expandir la escala del mercado de gas y aumentar la oportunidades de exportación, luego de hacer cumplido con las necesidades del mercado interno en la Argentina”.
Estas inversiones se suman a los $ 9000 millones para el período 2017/2022, que se concentran en la operación y el mantenimiento de los gasoductos del mercado de regulados y las plantas compresoras.
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