“Otra vez los trabajadores se ven en una situación desesperada por el anuncio de al menos 600 despidos, que se suman a las 1.500 suspensiones operadas tras las elecciones primarias de agosto pasado”, comienza el texto difundido con los motivos de dicha decisión.
Y agrega que “Bajo argumentos ridículos y espúreos, más vinculados a la política nacional y sus medidas erráticas que al desempeño del trabajador, las cámaras empresarias del sector hidrocarburífero pretenden que los más débiles paguen lo que deberían resolver en otro ámbito”.
Fue así que ayer el Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa declaró el paro total de actividades por 24 horas, que continúa hasta hoy a las 12 horas.
“Es inconcebible que ahora, cuando más deberían respetarse los pactos, los acuerdos y la palabra empeñada, pretendan olvidarse de esos compromisos asumidos. El crecimiento del país y de la industria hidrocarburífera requiere del esfuerzo de todos, no siempre de los más débiles. Pero parece que la solidaridad y el sacrificio para las empresas es una palabra florida que sirve para discursos. Se reclama a otros lo que se evade cuando les toca”, agregaron.
Y pidieron que se convoque de manera urgente a una “Mesa de Vaca Muerta (comisión Especial de Interpretación y Resolución de Conflictos), prevista en el artículo 33 del Convenio Colectivo de Trabajo, y al gobernador de la provincia del Neuquén para poner en marcha el mecanismo de resolución de conflictos previsto por ley”.
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