La nueva estructura se basará en una participación accionaria equitativa, modelo que ambas firmas consideran clave para asegurar un equilibrio operativo y una gobernanza sólida. Los grupos familiares LAR y Kleppe pondrán en juego uno de sus activos más valiosos: una experiencia combinada que supera el siglo de trayectoria en la fruticultura del Alto Valle.
El acuerdo apunta a potenciar fortalezas complementarias. LAR aportará su reconocido know-how en viveros, su estructura técnico-profesional y su historial en la representación de hibridadores internacionales. Kleppe, por su parte, sumará su capacidad productiva, su vasta superficie cultivable y su experiencia en manejo logístico y agrícola a gran escala. Juntas, ambas compañías proyectan una empresa con capacidad de respuesta a los desafíos productivos contemporáneos, un elemento cada vez más determinante en un mercado signado por cambios climáticos, sanitarios y comerciales.
Uno de los objetivos centrales de la alianza es fortalecer y ampliar la oferta de plantas frutales y rosales con variedades capaces de adaptarse a nuevas condiciones ambientales. La integración permitirá desarrollar materiales vegetales con mayor eficiencia, resistencia y calidad, anticipándose a exigencias del mercado que demandan innovación, trazabilidad y rendimiento.
La nueva empresa tendrá su sede principal en Villa Manzano, epicentro tradicional del viverismo regional, pero también sumará superficies estratégicas en Añelo y en campos productivos de Kleppe S.A. Esta expansión territorial permitirá diversificar ambientes de cultivo, mejorar la planificación estacional y responder con mayor flexibilidad a la demanda de productores de fruta de pepita, carozo y rosales de todo el país.
En materia comercial, ambas empresas confirmaron que la transición será ordenada y sin impacto para la cartera de clientes. La atención continuará desde las históricas oficinas de Los Álamos de Rosauer, ubicadas en Ruta 151 km 3,4 (Cipolletti), manteniendo los canales habituales de consultas, ventas y asesoramiento técnico.
La conducción gerencial de la nueva firma quedará a cargo de la familia Rosauer, reconocida por su experiencia en viverismo y su presencia constante en la fruticultura del Alto Valle. Kleppe aportará su estructura productiva y su fuerte presencia en la región, consolidando una integración que promete sinergias de alto impacto operativo.
La alianza también representa una apuesta estratégica por la innovación. Ambas compañías anticiparon que la nueva empresa trabajará con representaciones internacionales de hibridadores líderes, lo que permitirá incorporar variedades de última generación, con mejoras significativas en rendimiento, sanidad y atributos organolépticos. Este diferencial competitivo podría posicionar a la firma entre los viveros más importantes de la Patagonia y uno de los referentes del país en genética vegetal.
Para LAR y Kleppe, este paso es la evolución natural de dos empresas que comparten valores, raíces familiares y una visión de largo plazo. La conformación de la nueva sociedad no solo responde a necesidades productivas actuales, sino que proyecta un modelo de crecimiento sostenible para la fruticultura del Alto Valle.
Con esta alianza, el sector regional abre una etapa marcada por la colaboración, la innovación y la expansión, en un contexto donde la demanda de plantas de calidad y nuevas variedades es cada vez más exigente. La unión entre LAR y Kleppe promete dinamizar la actividad y aportar soluciones concretas a un mercado en plena transformación.
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