Algunos de los índices obtenidos este invierno respecto al comercio de agroalimentos señalan importantes dificultades para los productores de la región. La caída estrepitosa del precio de la cebolla y los aumentos en los insumos del mercado hicieron duplicar sus esfuerzos para obtener rentabilidad. A esto se suma, la diferencia de precios del 11 por ciento a nivel nacional entre lo que pagó el consumidor y lo que recibió el productor en el campo.
En la zona, Rubén Romero se dedica a la producción de hortalizas de hoja, tales como espinaca, perejil, rúcula, cebolla de verdeo, kale, apio, cilantro y aromáticas. Su lugar de trabajo está ubicado en Centenario y abastece al Mercado Concentrador donde también tiene un puesto en la playa de productores. Vende en forma directa a los verduleros de la ciudad de Neuquén y alrededores.
Este productor, contó para este diario IN Neuquén que “por lo general en todos los mercados del país los precios de venta final del productor se manejan de acuerdo a la oferta y la demanda. Cuando hay un producto que escasea automáticamente sube el precio, y cuando hay mucha oferta, el precio baja. Es muy difícil que el productor pueda manejar eso”.
Respecto a los agroalimentos que vienen de afuera, como la mandarina y la naranja, Rubén sostuvo que “tienen un precio más elevado por el transporte y el combustible, pero mayormente pasan por muchas manos, eso hace que sean más costosos cuando llegan acá al sur”.
Sobre el caso de la cebolla, Rubén contó que “este año estuvo muy barata, prácticamente no se ha cosechado, está la cebolla en el campo. La mayor exportación va a Brasil, y ese país no ha hecho esta estación una compra importante”.
Por su parte, Daniel Iurman, coordinador territorial de la experimental del INTA Hilario Ascasubi de la provincia de Buenos Aires, en declaraciones a la prensa, señaló que la caída del precio de esta hortaliza se debió a una sobreproducción local y una menor venta a Brasil, el mayor exportador de este tipo de alimento.
Actualmente, la cotización de la cebolla en el mercado interno se ubica entre las mínimas históricas de los últimos años. Las cifras oficiales señalan un piso del 15% del total cosechado, es decir, unas 50.000 toneladas no serán comercializadas.
En cuanto a otro obstáculo, Rubén explicó que “al aumentar el dólar aumenta el gasoil y todo los que son insumos para el productor suben muchísimo. Para poder tener rentabilidad debemos trabajar mucho, teniendo en cuenta que aquí en Centenario es un camino de paso hacia Añelo, donde está el máximo de producción de petróleo y gas, así que los alquileres están a la orden del día y van subiendo año a año”.
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