El calor se anunció de golpe y obliga de nuevo a encender los equipos de aire acondicionado, pero el contexto de la pandemia lo cambia todo, o al menos genera dudas sobre mucho de lo que considerábamos normal.
¿Favorecen o dificultan la propagación del coronavirus los sistemas y equipos de aire acondicionado? En el mundo no parece haber un criterio único en el que todos los científicos se pongan de acuerdo; pero además hay diferencias según el tipo de sistema utilizado, ya que no es lo mismo un gran sistema de aire acondicionado industrial, que un Split de uso doméstico o el aire acondicionado de un vehículo, sea el auto o un transporte público (trenes, subtes o colectivos).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene el tema en la mira sin una decisión clara. Este criterio -minimizar la circulación del virus en interiores- surgió al inicio de la pandemia después de que una familia de Wuhan, la región de China donde todo se originó, cenara en un restaurante de Guangzhong (otra región del mismo país) y una decena de los comensales que habían estado ahí dieron positivo una semana después. Mientras los expertos que estudiaron el caso determinaron que el aire acondicionado del lugar pudo haber contribuido a propagar la infección, análisis posteriores –como el realizado por el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua de España (IDAEA) en España– sugieren que el problema pudo haber estado en la insuficiente renovación del aire del local: mientras que para una aireación correcta el equipo debiera arrojar entre 8 y 10 litros de aire del exterior por segundo y por persona, el aire del restaurante apenas renovaba menos de un litro.
Los expertos en refrigeración y aire acondicionado ensayan otras soluciones, a fin de que los aires acondicionados incorporen mecanismos para minimizar los riesgos que implica el coronavirus. Hygo Razza, gerente técnico de BAC-Climabus, señala que para esta temporada los micros (especialmente los de media y larga distancia) incorporarán sistemas asociados para incorporar automáticamente aire desde el exterior (dampers). Esto, en los vehículos que portan grandes sistemas de aire acondicionado interno, puede requerir una compleja operación que incluye intervenir la carrocería.
Pero para los splits domésticos, de locales u oficinas, así como para el acondicionador del auto, existe una novedosa posibilidad, que es el tratamiento de superficies con recubrimientos antimicrobianos que mostraron –según estudios hechos en los laboratorios del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y del Instituto privado de infectología Stamboulian– una muy alta eficacia en la eliminación por contacto de bacterias y virus, incluso coronavirus.
“Estos recubrimientos son de muy fácil aplicación, porque se pulverizan sobre la superficie del radiador y de los filtros del Split, en la parte interior del equipo, y brindar una protección que se mantiene por un año”, explica Gustavo Vergniaud, gerente de la compañía de sanidad y mantenimiento de ambientes Paulista. Este recubrimiento genera una película cuya carga iónica atrae y destruye a los virus, hongos y bacterias por acción física (no química), lo que constituye una absoluta novedad en bioseguridad de ambientes.
“Todo el aire que los equipos toman del ambiente para renovar pasa por los filtros, por lo que es importante, una vez aplicado el recubrimiento, mantenerlos limpios para que el escudo de nanopartículas de dióxido de silicio tenga contacto con el aire y elimine las bacterias y virus presentes”, aclara el licenciado en química, responsable y director técnico de TiendaNano.AR, la PYME Argentina que elabora y distribuye esta tecnología a Latinoamérica.
“La limpieza se realiza con agua y detergente neutro, a fin de que todo el aire que pasa por los filtros tome contacto con la superficie tratada para disminuir la carga microbiana del ambiente”.
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