Desde 2021, la compañía ha incrementado su producción y exportación, pasando de 300 toneladas en su primer año a las 2.200 toneladas en 2023, y proyectando las 7.500 para el cierre de 2024. Según Maglio, este crecimiento responde a una estrategia de diferenciación enfocada en la calidad del producto. "La producción está libre de químicos y antibióticos, lo que nos permite competir a nivel internacional y obtener certificaciones que avalan nuestras prácticas", destacó el gerente, explicando que esta característica resulta clave frente a otros mercados masivos de salmón y trucha en el mundo.
La ubicación de Idris Patagonia en el embalse del Limay también es un factor decisivo para el desarrollo sostenible y de alta calidad del producto. Con un volumen de 12.600 hectómetros cúbicos y una extensión de 100 kilómetros, las aguas profundas y la baja densidad de carga en la zona permiten un ambiente óptimo para el crecimiento de las truchas, minimizando el estrés en los peces y reduciendo la aparición de enfermedades.
La firma cuenta actualmente con 450 trabajadores y una planta de proceso en la que se realiza el fileteado y la elaboración de otros productos derivados de la trucha. Cada semana, Idris Patagonia exporta entre 25.000 y 30.000 kilos de filete fresco a Estados Unidos y Canadá, mientras que los productos congelados se dirigen principalmente a mercados asiáticos, consolidando a Neuquén como una referencia en piscicultura sustentable y de alta calidad a nivel global.
La apuesta de Idris Patagonia por una producción libre de químicos y antibióticos también responde a la creciente demanda global de alimentos sustentables y responsables con el medio ambiente. Esta diferenciación ha sido fundamental para obtener certificaciones internacionales que valoran las prácticas de acuicultura limpia, abriendo las puertas a mercados de alto estándar como el norteamericano y el asiático. "Las certificaciones nos permiten competir de igual a igual con los grandes productores de salmón y trucha, y nuestro enfoque en la sostenibilidad nos brinda una ventaja competitiva", añadió Maglio, subrayando la importancia de mantener un compromiso ético con el entorno natural del Limay.
El proceso de producción en Idris Patagonia va más allá de la simple cosecha, involucrando una cadena de valor integrada que comienza con el cultivo en aguas del Limay y culmina en la planta de procesamiento de Piedra del Águila, donde las truchas son fileteadas y empaquetadas para su exportación. La logística también juega un papel crucial: los filetes frescos viajan directamente desde Neuquén hacia el Aeropuerto Internacional de Ezeiza y luego a ciudades estadounidenses como Los Ángeles y Miami, asegurando que el producto llegue en óptimas condiciones. Este enfoque ha impulsado un crecimiento estable de la demanda, especialmente en mercados exigentes como el de Estados Unidos.
A futuro, Idris Patagonia planea seguir expandiendo sus operaciones y afianzar su presencia en nuevos mercados internacionales. La firma estudia ampliar la capacidad de producción en el Limay y sumar nuevas líneas de productos que respondan a las necesidades cambiantes del consumidor global. Con esta visión de crecimiento sostenible y de calidad, Neuquén no solo fortalece su industria exportadora, sino que también refuerza su posición en el escenario internacional como un centro de producción de truchas de clase mundial.
La producción de truchas en el Limay, un orgullo neuquino que cruza fronteras
La provincia de Neuquén se posiciona como una potencia en la piscicultura a nivel global. Idris Patagonia, ubicada en el embalse artificial del río Limay en Piedra del Águila, es una de las principales impulsoras de esta actividad en la región y se prepara para lograr un récord productivo en 2024. Según Lucas Maglio, gerente de la empresa, este año se espera alcanzar las 7.500 toneladas de trucha, destinadas a exportaciones a Estados Unidos, Japón, Malasia y Tailandia, consolidando el prestigio de la industria neuquina.