La fábrica se dedica a la generación de tecnologías y negocios sustentables, a la fabricación de productos derivados del reciclado de residuos urbanos (papeles y cartones) basada en la generación de productos de alta calidad para la industria de la construcción, hidrocarburífera, minera y agroindustrial, al desarrollo, fabricación de plantas, módulos de producción, máquinas aplicadoras, a la inspiración de empresarios y emprendedores de servicios para llevar al mercado las soluciones de eficiencia energética para la industria de la construcción.
Desde la empresa, según comentó Mariano Freddi, presidente de Celulosa Pro, “es vende el material final para los instaladores y las máquinas para poner minifábricas en otras partes del país y del mundo. Cada mini fabrica necesita al menos 4 personas que trabajen. Actualmente en las instalaciones de Junín de los Andes se producen de 80 a 100 toneladas por mes de material”.
Éste es similar a una lana o algodón que viene en diferentes presentaciones:
Celulosa Pro Clásica
Ideal para usar como remediación térmica o acústica para particulares o pequeños contratistas, esta bolsa de 12 kg. tiene una fórmula económica combinada es ideal para cualquier aplicación de soplado en seco como áticos y también puede ser inyectada en seco en las paredes y pisos. La mezcla está especialmente tratada para climas duros.
Celulosa Pro-Extra
Ideal para usar en proyectos con alto requerimiento de control de plagas en aplicación inyectada, esta bolsa de 16 kg. trae las fibras seleccionadas y fórmula potenciada las hacen ideales para aplicación de inyección seca como áticos, paredes y pisos estancos. La mezcla está especialmente tratada para evitar anidamiento de roedores, presencia de insectos, bacterias, formación de moho, hongos y resistencia al fuego.
Celulosa Pro-Premium
Ideal para usar en todo tipo de proyectos y formas de aplicación, esta bolsa de 16 kg. tiene fibras seleccionadas y fórmula estabilizada combinada las hacen ideales para cualquier aplicación proyectada o de soplado en seco como áticos, paredes y pisos. La mezcla está especialmente tratada para climas duros.
Pero también existe la posibilidad de comprar tecnología e instalar minifábricas en distintos lugares, ya que no es necesario centrar todo en un punto sino que se puede instalar en distintos sectores, cada cual con mano de obra local, reciclando en cada sitio.
Para este tipo de trabajo, existen dos tipos de maquinaria, mini y power, dependiendo la necesidad que tenga el cliente y la capacidad de producción. La idea que tiene la empresa es instalar mini fabricas en distintos puntos del país.
Hasta hace algún tiempo la producción se compraba en Estados Unidos lo que generaba un costo muy alto para los instaladores del país, actualmente desde Celulosa están trabajando en generar la demanda y hacer conocer los productos disponibles.
Mariano Freddi recuerda que “la historia empezó buscando la inversión tecnológica que era un éxito en el mundo pero que en Argentina no se conocía”. Al encontrar la idea se planteó una planificación y un esquema de trabajo que llego a tener la rentabilidad necesaria para emprender a cualquier persona.
Sobre el producto final Freddi dijo que “actualmente el principal uso es como aislamiento térmico y se diferencia de los materiales conocidos como la lana de vidrio, poliuretano, Telgopor y lana de roca, por los costos de producción que es de alta calidad con un costo bajo”.
“Se ha comprobado que la celulosa es aislante de calor, por eso se lo está usando en entretechos y bajo chapa como aislante. Además el producto tiene una vida útil de 90 años, según datos de Estados Unidos, pero no hay estudios que digan que es menor a este tiempo. Lo que hace que el producto tenga una vida útil tan prolongada es el proceso químico que le hacemos para que no sufra ataque biológico”.
En la actualidad la fabrica que se ubica en Junín de los Andes es la más grande de Latinoamérica y se sigue creciendo buscando inspirar la transformación de los patrones sociales y llevar soluciones al mercado con impacto social.