Llegar a cinco mil cirugías cardiovasculares desde su inauguración resultó ser un motivo de festejo, incluso con la grata presencia del paciente Raúl Rodríguez, quien en su persona representó la cifra que motivaron los festejos. Un neuquino de 54 años que se mostró orgulloso por tener médicos de prestigio y “tan solo a cinco cuadras de mi casa”, decía el hombre que estuvo acompañado por una de sus hijas.
Schroeder comenzó con las palabras de agradecimiento, junto a él participó el reconocido cirujano Elías Hurtado Hoyo, quien de visita en la zona, recorrió las instalaciones del Centro Oncológico Integral (COI) de la Fundación Médica de Río Negro y Neuquén. Este doctor es presidente de honor de la Asociación Médica Argentina.
Además en la mesa principal se sumaron los restantes integrantes del equipo del trabajo del Instituto Cardiovascular del Sur, entre ellos Demetrio Thalasselis, jefe del servicio de cardiología, quien aseguró “sentir orgullo de ser parte de la historia médica de la región”. Y agregó que para ellos lo importante es que todos los pacientes puedan volver a realizar su vida de la mejor manera, lo más normal que se pueda.
Cuando se habló de la formación de los profesionales que operan cerca de un paciente por día (en el año 2017 se alcanzaron las 350 cirugías) se hizo hincapié no sólo en la incorporación de avances tecnológicos sino en la calidad académica que se le brinda a ese cirujano durante su experiencia en el Instituto. Actualmente son 16 profesionales (en modo residencias) los que se formaron en el Instituto.
Hurtado Hoyo fue quien destacó al Instituto como “referencia dentro del interior del país”, fue más allá y aseveró que “no todos los avances que conocemos en cada Congreso tienen que ver con Buenos Aires”. Se mencionó que a partir del año 2.000 comenzaron a realizarse cirugías endovasculares en las arterias grandes, a partir del uso de endoprótesis, hoy hay más de 700 instaladas en pacientes con patologías graves y con bajo nivel de mortalidad.
Por último Schroeder le indicó a In Neuquén que el nivel de trabajo está ajustado y no hay detalles al azar, “sabemos cuántas operaciones vamos a realizar en los próximos dos años, qué tipo de cirugía vamos a hacer y sabemos con qué tipo de pacientes nos vamos a enfrentar, tenemos un nivel de programación destacable”.