Edgardo Benítez Piccini del INTA, le comentó a In Neuquén que “nuestro interés es sumar otra información a las mediciones que venimos realizando, mayores índices y variables que se logran con esta tecnología que comenzó su importante aporte hace muy pocos años, es reciente”.
El actual Jefe del Grupo de Ingeniería en Biosistema de la Estación Experimental Alto Valle de Río Negro explica técnicamente que “en la agricultura de precisión se trabaja la variabilidad espacial y temporal de los cuadros de los cultivos para hacer aplicaciones ajustadas a la necesidades de cada sector”, lo que genera optimización de recursos y mejor producto final.
Con una cámara multiespectral (que se coloca por debajo del drone) se captan varios espectros de luz, son de pequeñas dimensiones y pueden llegar a tomar valores de hasta 6 bandas espectrales.
A partir de las imágenes multiespectrales que captan este tipo de sensores se pueden calcular diferentes índices en la vegetación, mediante una operación matemática que combina varios canales para producir un solo valor que representa alguna de las características de la planta. Cantidad de clorofila activa, si está bien hidratada o está “estresada”, la cantidad de hoja que tiene, entre otros.
Benítez Piccini aclara que “estas mediciones son bastante inéditas en la región, y tal vez en el mundo de la fruticultura y agricultura no se ha avanzado en los conceptos de precisión”. Define que “los vuelos con drones realizados sobre peras williams y manzanas red chief de esta oportunidad, son en dos de los cuadros en los cuales aplicamos esta tecnología”.
Esta y otras experiencias locales se sumarán como contenido al próximo workshop de mapeo con drones que se realizará a fin de este mes (más info click acá).
Cristian Sanz, de Axsol Vistas Aéreas, además de ser el responsable organizativo local del workshop es quien continúa por estos días (junto al piloto ANAC VANT certificado Fabricio Sgammini de Vibranium DroneFilm) relevando imágenes y videos en sectores estratégicos de la región, que funcionarán como un complemento destacable para estas jornadas de aprendizaje.
Contó que “al utilizar esta herramienta digital sobre el cultivo, y sumado al seguimiento que también ha realizado el INTA, se puede diagnosticar y estar más cerca de las predicciones de las cosechas y rendimientos”.
Desde el INTA buscan sumar más experiencias con vuelos de drones y sus cámaras multiespectrales, dejar en segundo o tercer orden lo satelital, y así poder acercar estos conocimientos más “certeros” y con una mayor resolución a todos aquellos productores de la región que se acercan a esa entidad pública con diferentes problemáticas.