“Reciclando hábitos” es una campaña de reciclado de papel impulsada por el gobierno provincial de Neuquén, que se desarrollará del 5 al 30 de abril. Tiene como objetivo concientizar y generar responsabilidad por los residuos que se generan, transformando los papeles que ya no se utilizan en un recurso.
Se trata de una actividad conjunta entre la Subsecretaría de Ciudades Saludables y Prevención de Consumos Problemáticos del Ministerio de Ciudadanía; la Subsecretaría de Juventud del Ministerio de Niñez, Adolescencia y Juventud; la Dirección General de Religión y Culto del Ministerio Jefatura de Gabinete y la ONG ReAccionar.
“Desde ReAccionar tenemos cuatro puntos de acopio que gestionamos nosotros: en la Comisión vecinal de Huiliches, en la Biblioteca del Barrio Limay, en Alta Barda y en el domicilio particular de uno de nuestros integrantes en el barrio Villa Farrel. Solo en los tres primeros vamos a estar recibiendo papel por única vez en un contenedor especial señalizado. Normalmente en esos mismos puntos recibimos latas, vidrios, cartón, Tetras y plásticos 1 y 2. En Villa Farrel se reciben solo latas, vidrio y tetras”, comentó Jimena, una de las coordinadoras de la actividad.
Sus objetivos son educar y concientizar a la población sobre la importancia del cuidado del ambiente y la separación de residuos. Promover la separación en origen y ser nexos con emprendedores que los reutilizan o venden. Realizar campañas de recolección específicas con impacto ambiental y social. Vale aclarar que, lo que se junta se vende y luego se realizan donaciones a merenderos o protectoras en veterinarias. Por último, promover que las políticas públicas acompañen esta misión, no solo leyes sino también acciones concretas del Estado.
Por su parte, Jimena sostuvo la importancia de informar sobre los procesos de reciclaje y los beneficios para el medio ambiente y la vida cotidiana: “es fundamental, para que más gente se sume, la buena comunicación, difusión y transparencia de la información. Mucha gente no recicla por falta de información o porque no sabe a dónde llevar los residuos. Por eso desde el primer momento nosotros nos abocamos a averiguar e informar sobre los diversos puntos de acopio que existen en la ciudad”.
Los puntos de acopio contarán con dos contenedores. Uno de ellos, para papeles blancos o de primera como apuntes, fotocopias, hojas impresas o de cuaderno, boletas de servicios y tickets. Pueden estar escritos, resaltados, pintados, tener ganchitos de abrochadora o banda protectora en el margen. El otro será para los papeles de color o de segunda como afiches, cartulina, revistas, diarios, papel madera. Son todas las hojas de color o las hojas blancas, pero «brillantes» como las de las revistas o los sobres de los saquitos de té.
Cabe destacar que no todos los papeles se pueden reciclar, entre ellos se encuentran los plastificados, papeles sanitarios, servilletas usadas, pañuelos descartables, papel carbónico y papel autoadhesivo.
El papel puede llegar a significar el 25% de los residuos domésticos de un hogar promedio, por lo que su reciclaje se presenta como una práctica medioambiental fácil de llevar a cabo, sustentable y valiosa a nivel económico. Según se estima, por cada tonelada de papel que se recicla, se ahorran 140 litros de petróleo, 50.000 litros de agua, la emisión de 900 kilos de dióxido de carbono (CO2), uno de los gases de efecto invernadero causante del cambio climático.