Hoy el sector está condicionado por mercados competitivos, con altos costos productivos, descapitalización y pérdida, enfrentándose a una necesidad que incluye además, prácticas “culturales”
Es por esto que el gobierno nacional aportará $ 40 millones no reintegrables a la provincia de Neuquén para el Programa Fitosanitario Frutícola, destinado al control de plagas y al cumplimiento de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), según se conoció hace pocos días atrás.
El programa de Calidad y Sanidad Frutícola, ejecutado por la Subsecretaria de Producción, está orientado al pequeño y mediano productor frutícola, con el objetivo de lograr un control sustentable de Carpocapsa, plagas secundarias cuarentenarias y el cumplimiento de las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA).
Las actividades incluyen la erradicación de montes en riesgo fitosanitario y un subsidio para aquellos productores que, durante la presente temporada, den cumplimiento a un protocolo de Buenas Prácticas en Agricultura (BPA).
El gobierno neuquino informó que se incrementó la cantidad de monitoreadores capacitados y entrenados, registrados por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) en la provincia.
La otra noticia que acompaña este marco es que Nación estableció beneficios y prórrogas del pago de las obligaciones impositivas y seguridad social para la actividad, con vencimientos que van desde junio del 2016 al 31 de mayo del 2018, y se prevé planes de facilidades de hasta cinco años.
Este mecanismo se encuadra en la ley 27354 aprobada en 2017 (publicada en boletín oficial los primeros del pasado mes de enero) que dispuso la Emergencia Económica, Productiva y Financiera por un año para “la cadena de producción de peras y manzanas” de Río Negro, Neuquén, Mendoza, San Juan y La Pampa.