Con trabajo y dedicación, la imprenta de la familia Cruces-Pauleti pasó de contar con una pequeña máquina tipográfica que imprimía por golpes treinta años atrás, a poseer el equipamiento (y la capacidad humana) para convertirse en una de las empresas más importantes del rubro en la región.
Y en el último año, a pesar de una pequeña baja en sus ventas, siguieron invirtiendo para seguir en la punta. Artegraf incorporó dos nuevos plotters (unas máquinas de impresión a gran escala) a su taller, ya que “es lo que se estaba solicitando. Nosotros teníamos un plotter muy chiquito antes, y ahora hemos incorporado dos nuevos con mayor capacidad y calidad”, detalló Mónica Pauleti, dueña y gerenta financiera de la imprenta.
“Invertimos en eso en relación a la demanda que teníamos, y para no seguir tercerizando trabajos. Capacitamos gente en el taller y sumamos personal con conocimientos específicos para ampliar lo que podemos ofrecer”, agregó al respecto. Las nuevas máquinas sirven, entre otras opciones, para generar trabajos de cartelería de hasta 3 metros de ancho.
En el sur, la empresa se destaca por ser una de las gráficas con mejor equipamiento en offset digital. Y para continuar liderando el espacio, se sumaron nuevos equipos que adquirieron de la firma Konica Minolta, con la que trabajan desde hace años.
“La idea es buscar el camino para dónde apunta a futuro la actividad: hoy por hoy todo lo que es impresión en papel se retrajo porque avanza lo que es lo que es publicidad digital. Pero nosotros vimos de aprovechar igual esos canales y empezamos a ofrecer nuestra imprenta en las redes, para acercarnos a esas empresas que no nos conocen todavía”, indicó Mónica, tras aclarar que si bien el mercado para el rubro cayó, ellos siguen teniendo un flujo de trabajo "muy bueno".
Entre los clientes de Artegraf se destacan YPF (con una alianza histórica), la cadena Cencosud (con sus supermercados Vea y Jumbo), Blancoamor, Pollolin y la constructora ASPA, encargada de levantar el icónico edificio Hilton Garden INN de la ciudad. Pero además, abastecen con papelería, packaging, ploteado de vehículos y cartelería a diferentes empresas de toda la región del Alto Valle de Río Negro y Neuquén.
Los tres hijos de la pareja compuesta por Julio Cruces y Mónica (Luciana, Facundo y Noelia), están como referentes de distintos espacios dentro de la gráfica. “Y eso también nos ayuda a ver hacia adelante, y a pensar en nuevos desafíos. Siempre intentamos pensar hacia dónde va el mercado, y en la medida de lo posible, ir incorporando nuevos productos para seguir vigentes”, remarcó la madre de la banda.
El año pasado tenían como objetivo culminar con un proyecto nuevo: abrir su propio local comercial. Pero el panorama general los hizo dudar, y decidieron dejarlo en pausa “por un rato”.
“No terminamos de concretar ese proyecto por todo lo que pasó a nivel económico y financiero en general. No nos animamos por esa situación, pero el plan continúa, y quedamos expectantes a ver qué sucede de acá a fin de año”, agregó Mónica, quien resaltó que con el empuje de la segunda generación de la familia como parte integral en la empresa, el camino siempre es hacia adelante.