En el año 2000, se contabilizaron un total de 179 hectáreas de viñedos plantados en suelo neuquino. En contraste, en la actualidad esa cifra llega a ser de 1.758 hectáreas.
Por eso, el responsable técnico del Programa Provincial de Vitivinicultura, Sebastián Landerreche, informó a medios especializados que "los pequeños productores desarrollan la actividad en los últimos 20 años con un crecimiento en la cantidad y calidad de los vinos; a lo que hay que sumar el funcionamiento de las 10 bodegas tradicionales de la provincia".
Estas bodegas (el sector está conformado por 10 bodegas y 41 elaboradores de vino casero y artesanal), tienen una capacidad de procesado total de 20,437 millones de litros, que se exportan a destinos tales como Estados Unidos, Brasil, Reino Unido, Alemania y Dinamarca.
El responsable del programa de Vitivinicultura provincial también indicó que "Neuquén tiene condiciones climáticas adecuadas para el cultivo de la vid; bajas precipitaciones (una media anual de 200 milímetros), alta heliofanía, días cálidos y noches frescas; como también vientos regulares en primavera que permiten producir uvas libre de enfermedades y con muy buena calidad enológica”. Una ventaja de la que se está empezando a sacar fruto.