El atractivo turístico de San Martín de los Andes no ha decaído, y este fin de semana fue testimonio de ello, ya que los visitantes ocuparon el 50,86% de las camas registradas en la ciudad. Desde el jueves pasado, se notó un constante flujo de turistas chilenos que visitaron la ciudad, como ha sido la tónica durante todo el año 2023.
Uno de los factores que contribuyó a este incremento en el turismo fue la reapertura del Aeropuerto Chapelco, que había estado cerrado por algunos días debido a obras en la carretera de rodaje. Vuelos nacionales y llegadas desde Buenos Aires trajeron un flujo constante de pasajeros a la terminal aérea de la ciudad.
Sin embargo, a medida que el fin de semana llegaba a su fin, los visitantes que habían llegado en sus propios vehículos se encontraron con un problema inesperado: la escasez de combustible en el país. Algunos optaron por extender su estadía en San Martín de los Andes, mientras que otros decidieron aventurarse en ciudades cercanas, como Junín de los Andes y Villa La Angostura.
Una familia chilena que planeaba regresar a su país el domingo se vio obligada a cambiar sus planes debido a la falta de nafta y gasoil. "No esperábamos encontrarnos con esta situación", expresaron. "Debemos cambiar nuestra ruta y regresar a Chile, una lástima que esto esté ocurriendo".
Además de estos contratiempos, algunas reservas de alojamiento no se concretaron debido a las restricciones de carga de combustible impuestas en varias ciudades, con topes de $ 5,000 y $ 10,000 en diferentes lugares.
Sin embargo, la historia no termina aquí. El domingo y lunes, una sorprendente nevada cubrió la ciudad, lo que llevó al cierre total y parcial de los pasos fronterizos entre Argentina y Chile. El paso Mamuil Malal abrió sus puertas al mediodía para permitir la circulación de vehículos de transporte y automóviles particulares.
A pesar de los desafíos logísticos y las sorpresas meteorológicas, San Martín de los Andes sigue siendo un imán para los amantes de la naturaleza y los viajeros que buscan escapar de la rutina. La ciudad se mantuvo firme ante estos obstáculos, demostrando una vez más su capacidad para atraer visitantes y brindar experiencias inolvidables en medio de un entorno natural espectacular.