Desde su fábrica (en Sáenz Peña al 2328) también aprovechan ese “multiespacio” para generar fogones y otros eventos en su patio cervecero. Estos emprendedores rionegrinos saben del esfuerzo que significa en estos tiempos llevar adelante tamaña tarea.
Hay conseguido años atrás el reconocimiento de expertos en el tema (le premiaron en 2018 una Milk Stout), valiéndole incluso para esa ciudad, volverse una creciente tradición. Sus “deliciosas” creaciones llegan también a Neuquén, Cipolletti, General Roca, 25 de Mayo, Rincón de los Sauces, y otros puntos de venta.
Ahora bien, veamos que nos cuentan desde Cacique.
¿Como surgió esta innovadora creación?
MC: “la Brut ya la hacíamos en verano, agregarle frutas de estación y de la zona le da impronta local, además las frutas dan el color rosado”, y agrega que “es una cerveza altamente lupulada pero con un cuerpo muy ligero y bien seca, con mucha tomabilidad a diferencia de otro tipo de ipas. Se le agregan unas enzimas –que desdoblan almidones para convertirlos en azúcares simples- para que la levadura pueda comerse todos los azúcares y no queden residuales en la cerveza, aportándoles cuerpo y dulzor. Tiene un aroma muy marcado, un olor dulce especial”.
Volviendo a las consultas, Marcos nos cuenta que “estas cervezas son ediciones especiales, las hacemos en un fermentador más chico que tenemos donde generamos las pruebas y si el producto resulta tener mucho éxito, ya lo pasamos a una escala más grande para darle continuidad”.
Y es que también existen algunos contratiempos, porque “el verano resulta ser más complicado ya que los fermentadores más grandes están ocupados con los otros estilos más importantes debido a la enorme demanda que llega en estos tiempos”, reflexiona.
A la hora de sacar un nuevo producto, ¿que deseo es el que hace primera?, le consultamos. “Siempre pensamos en lo original, algo innovador, utilizando productos de estación regionales, más frescos, y además es para promover la economía local, y que el consumidor se sienta identificado con las cervezas que se hacen en el valle”, revela Marcos.
En cuanto a la producción, conocimos que de la Ipa Brut Rosé se elaboran unos 250 litros, se podría duplicar esa cantidad mensualmente, aunque depende de lo “exitosa” que resulte. Si bien hoy se comercializa desde sus propias “canillas”, nos enteramos que “una mitad la llevamos a la feria Semilla y allí fue un éxito total, nos volvimos sin nada, el público la aceptó de gran manera”, finaliza con sentido orgullo Cicchitti.