Del evento también participó Ezequiel Tavernelli, director ProPyme Argentina. En el Día de la Educación Técnica, Fundación Observatorio PyME (FOP) celebró sus 25 años de trabajo en la Conferencia Bienal: “Convergencia productiva entre PyME y Grandes Empresas: transformación digital, educación técnica y eficiencia energética en cada nivel territorial”. El evento convocó al diálogo a empresarios, educadores, técnicos, funcionarios y expertos, con el objetivo de enriquecer el intercambio entre distintos sectores. El eje de la conferencia fue la necesidad de generar las condiciones que propicien una mayor convergencia de productividades entre grandes y pequeñas empresas.
Acto seguido, Fabián Calle, analista internacional, moderó el primer panel conformado por Paolo Rocca y Jorge Arguello, embajador argentino en Estados Unidos, bajo la premisa “El nuevo escenario industrial internacional”, y argumentó: “No hay una política económica internacional seria sin entender la estructura del orden mundial. En el escenario de un mundo bipolar, cosa que muchos vemos, hay una rivalidad estratégica que nos va a acompañar durante décadas, quizás más que la guerra fría, con una puja económica entre EE. UU. y China.
Es importante entender este contexto para implementar estrategias de desarrollo. Argentina no va a tener más margen para hacer tonterías, somos más relevantes y la mirada asertiva de Estados Unidos va a ser mucho más intensa”.
Por su parte, Arguello analizó la coyuntura internacional y remarcó: “Si hay algo que caracteriza a la actualidad internacional es la magnitud y velocidad de los cambios que estamos viviendo. Tenemos que actualizarnos permanentemente y repensar nuestras viejas certezas de cómo funciona el mundo. Es crucial desarrollar estrategias que corrijan el rumbo en unas aguas que son cada vez más inciertas para la navegación. El mundo se está volviendo más competitivo y menos cooperativo. Estados Unidos busca renovar su liderazgo mientras que China continua su ascenso obteniendo mayor reputación internacional. Ambas potencias en la región latinoamericana se están volviendo más importantes. Esto puede generar disputas en recursos escasos como es el caso del gas, del litio, del petróleo. En este contexto, Argentina debe diversificar sus exportaciones y atraer importaciones productivas, posicionándose como un nodo confiable y atractivo, multiplicando vínculos y no reemplazándolos”.
Rocca tomó la palabra, felicitó y agradeció el trabajo de FOP y dijo: “En Argentina, mantener un proyecto coherente por 25 años sin perder el rumbo es realmente un resultado extraordinario. Desde el punto de vista del Grupo Techint, el foco de atención sobre las PyMEs viene de nuestra tradición y origen. La acción de nuestra ProPyme acá y en México representa la vocación de un grupo que percibe su cadena de valor como un activo fundamental para su competitividad y crecimiento”.
Luego, analizó la actualidad geopolítica y argumentó: “Estamos frente a un cambio del equilibrio geopolítico sustancial. Pasamos de un siglo breve de Hobsbawm a Fukuyama y el fin de la historia. Se podría hablar de un siglo de globalización sin conflicto, en el cual se podría haber llegado a una confluencia de valores y sistemas de un mundo más integrado. Fue un tiempo de mucha esperanza para un cambio sustancial. Gradualmente, todo esto fue cayendo.
El principal actor de este proceso es China, la cual introduce en el sistema económico mundial 250 millones de personas y logra tazas de crecimiento extraordinarias. Hay un proceso de primarización de la economía de América Latina, impulsada por un país ávido de materia prima y de conquistar un mercado de productos industriales. China asocia a su crecimiento económico un crecimiento hegemónico”.
Y continuó: “En este mundo bipolar, no hay buenos y malos. Pero hay distintas maneras de ver a la libertad, la democracia y los derechos individuales. Hay que entender los límites de las implicaciones de la cooperación, la cual se transformó en una competencia, y hoy ya es una confrontación entre dos potencias. En este contexto, la invasión de Rusia a Ucrania ocurre por un degrado progresivo del clima y de la construcción de un mundo bipolar de los años 90, y nos sorprende a todos. Es una ruptura de las reglas del juego sin antecedentes en los últimos 30 años. Nos llama la atención por su violencia. Es una invasión a una nación independiente.
Sorprende sobre todo la consecuencia sobre la cadena de valor en la energía, la cual se interrumpe totalmente. Estamos esperando a ver cuáles serán las consecuencias a largo plazo.
Lo mismo sucede con la cadena alimentaria. La dimensión de este conflicto muestra, en alguna medida, lo que podría ocurrir si simplemente hubiera un accidente involuntario en Taiwán o hasta una acción militar sobre la isla, lo cual hoy se considera algo sino probable, posible”.
Para finalizar, Rocca remarcó las oportunidades regionales en cuanto a la cadena de valor y aseguró: “América Latina tiene la oportunidad de rediseñar la cadena de valor. En México, las empresas crecen e invierten hasta cuatro veces más. En materia de energía, tenemos en Vaca Muerta la capacidad de desarrollar una industria del gas que fortalecería a toda la cadena de suministros de energía regional, una oportunidad extraordinaria para impulsar el trabajo de empresas pequeñas, medianas y grandes. Lo que podemos hacer allí es de extrema relevancia para la cadena de valor. La cadena de transición energética también es una oportunidad increíble en materia de litio o cobre.
Estados unidos necesita rediseñar su cadena que sostiene la transición energética. Hoy, China tiene un virtual monopolio de los factores esenciales de esta cadena de valor. Las oportunidades son muchísimas y muy variadas. Estamos entrando en una nueva fase global, donde la seguridad y la independencia van a liderar. El conflicto entre Rusia y Ucrania nos indica que no nos liberamos del siglo pasado y nos explica que mantenemos reglas de juego ajenas a estos tiempos. Para nuestra región, esto impone una reflexión, un debate interno. Nadie sabe dónde vamos a estar en cinco o diez años. Lo que pasa en Ucrania nos hace entender que es difícil tener previsibilidad”.