Aunque la provincia de Neuquén aún no cuenta con vinos biodinámicos, hay varias bodegas que están en camino de obtener la certificación orgánica, que es un estadio anterior a la biodinámica. En el Alto Valle, precisamente en Mainqué, se encuentra la bodega Chacra Patagonia, que elabora vinos con el arte de la biodinámica.
En la producción de vinos biodinámicos, se utilizan dos componentes o "preparados" para revitalizar la tierra. El primero es el BD 500, que se compone de un cuerno de vaca enterrado en otoño en la capa superior del suelo con la punta hacia arriba durante seis meses. El segundo es el BD 501, que se elabora con cristal de cuarzo transparente molido en un polvo muy fino y mezclado con agua pura. Estos preparados se entierran en un cuerno de vaca durante las épocas de calor y se aplican tanto en época de crecimiento como antes de la cosecha. Con solo tres gramos de estos preparados por hectárea se activa un sistema de revitalización en la tierra y los cultivos.
Los vinos biodinámicos son una nueva forma de producción que se rige por una filosofía integral y busca descontaminar la tierra. Cada vez más bodegas en Argentina y en el mundo están produciendo vinos biodinámicos, y aunque en Neuquén aún no se producen vinos de esta categoría, hay varias bodegas que están en camino de obtener la certificación orgánica. La producción de vinos biodinámicos se basa en la utilización de preparados que revitalizan la tierra y los cultivos, y cuestiona la lógica de la química en la agricultura.
En la búsqueda por producir vinos más saludables y sostenibles, la biodinámica se ha convertido en una opción cada vez más popular entre los productores de todo el mundo. Esta forma de cultivar y producir se enfoca en la integración de los diferentes elementos que conforman la finca o viñedo, desde la tierra hasta los animales, pasando por los cultivos y las personas involucradas en el proceso.
Para los productores que buscan obtener la certificación Demeter, el proceso de conversión puede tomar varios años y es muy exigente en cuanto a los requisitos que deben cumplirse. Sin embargo, muchos de ellos encuentran que los resultados son valiosos, ya que los vinos biodinámicos tienen una personalidad única y una calidad superior que los diferencia de otros vinos.
Aunque en la actualidad Neuquén no cuenta con vinos biodinámicos certificados, ya hay varias bodegas y viñedos en la región que están en camino de obtener la certificación orgánica, un primer paso necesario antes de aspirar a la certificación Demeter. En el Alto Valle, la bodega Chacra Patagonia es una de las pocas en Argentina que ya elabora vinos biodinámicos y se ha convertido en un referente en la producción de vinos sostenibles y de alta calidad.
La producción de vinos biodinámicos es un camino que no solo apunta a la calidad y sabor de los vinos, sino también a la salud de las personas, la tierra y el medio ambiente en general. A medida que más productores y consumidores se interesan en este tipo de vinos, es posible que Neuquén y otras regiones de Argentina comienzan a producir y ofrecer vinos biodinámicos certificados en el futuro cercano.