El Secretario General del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, Guillermo Pereyra, acompañado del Secretario Administrativo, Marcelo Rucci y del Secretario de Turismo, Cultura y Deportes, Ricardo Dewey, comenzó una serie de asambleas presenciales con los delegados en el edificio de la mutual de Petroleros Privados (Meopp).
Se trata de una serie de encuentros que comenzaron la semana pasada con asistencia limitada, y que se repetirán varias veces, para evitar aglomeraciones.
“La pandemia nos puso en una situación inesperada y grave. Llegamos al punto de tener el barril de petróleo en valores negativos y una caída estrepitosa de la demanda de combustibles, que cayó a niveles históricos a nivel mundial”, dijo Pereyra a modo de introducción. “No había salida. Pero con mucho trabajo pudimos encontrar un sendero que nos permitió evitar despidos de compañeros. Eso fue lo principal y lo conseguimos”, agregó.
“Las multinacionales no tienen problemas para pagar una doble indemnización, pero nuestro objetivo como organización sindical fue mantener el empleo de todos. Tuvimos 20.000 compañeros cobrando miserias por el artículo 223bis y luego tuvimos que firmar el Acuerdo de Sustentabilidad y Empleo, para ser así parte de la reactivación del sector. Hoy tenemos 50 equipos que están trabajando en el campo y apenas nos quedan 1.300 compañeros en sus casas”, repasó el líder sindical.
En ese sentido, informó que con el fin del acuerdo, “en marzo vuelven todos a trabajar y cada trabajador comenzará a percibir de manera remunerativa aquellas sumas que eran no remunerativas, como el 16,2% restante de la paritaria 2019”. Además informó: “logramos que en abril se pague el 10% y el 5% en mayo correspondiente a la paritaria 2020 y nos estamos sentando a negociar para cerrar el año pasado, donde no recibimos nada, y estamos pidiendo abrir la discusión para 2021. Esto nos pone en el camino de la recuperación del valor de los salarios”.
Pereya también confirmó que el Sindicato de Petroleros Privados inició negociaciones sobre los alcances de la Adenda de Vaca Muerta. “Estamos en conflicto con las dotaciones porque cuando firmamos ese acuerdo las etapas de fractura diarias eran 4 y ahora son 12 o más. A veces los compañeros pasan hasta 16 horas en un turno y no pueden comer o ir al baño siquiera. Esto es lo que hay que discutir, porque esta recarga horaria y multiplicidad de tareas va en contra de la salud de los compañeros”.
A su turno, Marcelo Rucci, recordó que al Acuerdo de Sustentabilidad y Empleo “lo firmamos sabiendo que no era lo que queríamos. Pero era eso o los despidos. Así y todo ningún trabajador se quedó sin cobertura de obra social o los beneficios de la mutual. Y ahora, cuando estamos saliendo de la pandemia, los compañeros tienen trabajo”.