Durante el lanzamiento, el secretario de Servicios y coordinador de Industria de CAME, Dino Minnozzi, señaló que las pymes aún tienen un largo camino por recorrer en materia de eficiencia. “Somos muy ineficientes desde el medidor hacia el interior de nuestras pymes. Tenemos que adaptarnos lo más rápido posible a las nuevas estructuras de costos junto con la gestión energética”, afirmó.
El proyecto abarca a Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, con el objetivo de brindar herramientas concretas para reducir costos, mejorar la competitividad y promover prácticas sostenibles en industrias y servicios. La iniciativa apunta a que las empresas incorporen diagnósticos, recambios tecnológicos y buenas prácticas que permitan un uso más racional de los recursos.
Minnozzi recordó que hace menos de dos semanas se completó con éxito una red de aprendizaje en Río Negro, donde 11 pymes participaron de talleres, tutorías y visitas técnicas. La experiencia rionegrina funcionará como base para la implementación en Neuquén, que incorporará mejoras metodológicas y nuevos desafíos.
El presidente de la Federación de Entidades Empresarias Neuquinas, Fernando Zurita, destacó el respaldo internacional. “La Unión Europea confía en la representatividad patagónica de CAME. La mejor manera de mejorar es con el sector privado acompañado por el sector público. Además, con esta iniciativa vamos a generar empleo verde para la provincia”, remarcó.
Durante el acto también estuvo presente la gerente general del Centro PyME-Adeneu, Anabel Lucero Idizarri, junto al director de Ambiente y Desarrollo de Fundación Bariloche, Daniel Bouille, quien explicó el alcance técnico de la propuesta. La presentación incluyó además la exposición de la pyme rionegrina Hacienda Martínez, que compartió su experiencia tras participar en la primera etapa del programa.
El núcleo del proyecto consiste en la creación de Redes de Aprendizaje en gestión de la energía, un modelo que reúne a empresas, especialistas y organismos técnicos para identificar oportunidades de ahorro y desarrollar estrategias de eficiencia interna. Las capacitaciones incluyen herramientas para gestores energéticos, auditorías y evaluación de procesos.
Según datos del programa, muchas pequeñas y medianas empresas pierden entre un 10% y un 25% de ahorro energético potencial por falta de información, capacidades técnicas disponibles o renovación tecnológica. El proyecto busca revertir ese escenario incorporando buenas prácticas de bajo costo y diagnósticos específicos para cada sector.
Los beneficios esperados incluyen una reducción significativa de los costos operativos, mejoras en los procesos productivos, mayor competitividad y la posibilidad de acceder a nuevos mercados que exigen estándares de sostenibilidad. También se espera un impacto positivo en las cadenas de valor regionales y la generación de empleo vinculado a la transición energética.
La iniciativa también apunta a optimizar el uso de los recursos naturales de la Patagonia, región donde el consumo energético representa un componente clave en la estructura de costos de las empresas, especialmente en actividades industriales y logísticas.
El programa tendrá una duración de tres años e irá incorporando nuevas provincias en los próximos meses. Después de Neuquén, la agenda contempla Santa Cruz, Tierra del Fuego y Chubut, en articulación con cámaras empresarias, federaciones y pymes de cada jurisdicción.
La etapa neuquina se considera estratégica por la presencia de sectores altamente demandantes de energía, tanto en la industria como en los servicios asociados al ecosistema productivo de Vaca Muerta. CAME y Fundación Bariloche destacaron que el acompañamiento técnico será clave para lograr resultados medibles.
El inicio del proyecto en Neuquén marca un paso más en la consolidación de una política energética regional que busca combinar ahorro, eficiencia y competitividad, con el objetivo de fortalecer a las pymes patagónicas en un contexto económico desafiante y con crecientes exigencias de sostenibilidad.