Gastón Contardi, secretario de Innovación de la Ciudad de Neuquén, enfatizó la importancia de este proyecto en un reciente diálogo con Mejor Energía TV. Destacó que el Polo no solo proporcionará infraestructura de vanguardia, sino que también fomentará la colaboración entre universidades, emprendedores, empresas y el gobierno provincial, estableciendo así un ecosistema de conocimiento dinámico y colaborativo.
El proyecto, compuesto por tres edificios, verá la luz gracias a una combinación de esfuerzos públicos y privados. La primera nave, financiada por la Municipalidad de Neuquén, estará operativa para mediados de 2025 y servirá como centro neurálgico para la conectividad, aulas, talleres y laboratorios. Mientras tanto, el segundo edificio, una iniciativa privada de Sima y Sancor Seguros, estará finalizado en agosto.
Sin embargo, la inversión para el tercer edificio, originalmente planificada por el Gobierno nacional, se encontró con obstáculos. Afortunadamente, empresas como Duralitte, ASPA, Equipel y Dosivak han intervenido con una inversión conjunta de casi 4 millones de dólares. Este esfuerzo privado, que está en proceso de aprobación por parte del Consejo Deliberante de la ciudad, demuestra el compromiso del sector privado con el desarrollo tecnológico de la región.
El impacto del Polo Tecnológico no se limita solo a la infraestructura física. También ha dado lugar a la creación de un distrito tecnológico que albergará a cuatro universidades en su primera fase. Además, la reciente firma de un acuerdo con la Universidad de Houston promete un intercambio invaluable de conocimientos y experiencias entre ambas instituciones.
Con un enfoque en la adaptación académica a las necesidades específicas de la región, el proyecto también busca formar una nueva generación de líderes tecnológicos y empresariales. Se espera que este impulso genere una nueva economía en Neuquén, creando numerosos puestos de trabajo y contribuyendo significativamente al crecimiento y la prosperidad de la ciudad y la provincia en su conjunto.
El Polo Científico Tecnológico representa un hito crucial en el camino hacia la diversificación económica y el desarrollo sostenible de Neuquén. Con una sólida base de colaboración público-privada y un enfoque en la innovación y la educación, este proyecto tiene el potencial de transformar radicalmente el panorama económico y tecnológico de la región en los próximos años.
Además de su impacto económico inmediato, el Polo Científico Tecnológico de Neuquén promete generar un efecto multiplicador en la comunidad local y regional. La integración de universidades y empresas en este ecosistema de innovación no solo impulsará la investigación y el desarrollo tecnológico, sino que también fomentará la colaboración entre diversos actores, promoviendo la creación de redes y sinergias que potenciarán aún más el crecimiento y la creatividad en la región.
Por otro lado, la visión a largo plazo del proyecto apunta a convertir a Neuquén en un referente nacional e internacional en materia de tecnología e innovación. A medida que el Polo Tecnológico madure y se consolide, se espera que atraiga talento y capital humano de todo el país y más allá, consolidando así la posición de la ciudad como un centro de excelencia en el ámbito tecnológico y científico. Este impulso no solo beneficiará a la economía local, sino que también contribuirá al desarrollo y la competitividad de Argentina en el escenario global de la innovación y la tecnología.
Neuquén consolida su Polo Tecnológico (e impulsa la diversificación económica)
El Polo Científico Tecnológico de Neuquén está en camino de convertirse en un epicentro de innovación e investigación que no solo potenciará el desarrollo de Vaca Muerta, sino que también diversificará la economía provincial en áreas como la biomedicina y la biotecnología. Con obras ya en marcha, el proyecto se perfila como un catalizador de cambio, no solo para la capital provincial, sino para toda la región y el país.