Frente a este panorama que arrastra varios trimestres con pérdidas, la empresa tiene sus expectativas de recuperación puestas en la demanda que pueden generar las empresas petroleras que operan en el yacimiento de Vaca Muerta.
“Impsa desarrolló en el pasado bienes de capital para la industria de Petróleo & Gas. Vaca Muerta abre perspectivas muy interesantes para nuestra compañía”, planteó en el informe que elevó a la Comisión Nacional de Valores.
La compañía actualmente está bajo control accionario del Estado Nacional (64%) y la provincia de Mendoza (21%). Los accionistas fundadores mantienen alrededor de 5% en tanto que el fideicomiso de acreedores retiene casi 10%.
Las pérdidas acumuladas crecieron 183% en los primeros nueve meses de 2022 contra el mismo período de 2021, ya que treparon a $ 4.606 millones desde los $ 1.624 millones del año pasado. Sin embargo, los ingresos por ventas netas de bienes y servicios aumentaron un 251%, ya que pasaron de $ 851 millones a $ 2.295 millones en el mismo período. Este comportamiento se explica, entre otras razones, por los fuertes aumentos en los costos de comercialización y administración.
“La constante demanda energética que se está produciendo tanto a nivel nacional como internacional, permite vislumbrar interesantes perspectivas respecto de la concreción de nuevas adjudicaciones en materia de provisión de equipos hidroelectromecánicos y el reemplazo de equipos actualmente en funcionamiento en proyectos de gran envergadura”, sostiene la empresa al analizar las perspectivas de su negocio.
Así, además de Vaca Muerta, Impsa destacó las posibilidades de crecimiento en el área de equipamientos nucleares (“somos de las pocas empresas con capacidad de diseño y fabricación”, dice) y también en el sector de energía eólica para el que está desarrollando nueva tecnología, adelantó.