Los objetivos que contempló dicho programa fueron mejorar la calidad de los vinos y dotar de herramientas y metodología para optimizar las prácticas higiénicas e inocuas de las bodegas. Aquel acuerdo tuvo como objetivo alcanzar el 80 por ciento de los requisitos definidos en el programa. Al inicio de la asistencia, Vinos Puerta Oeste cumplía tan sólo con el 25 por ciento de los mismos.
Con una asistencia técnica que se llevó a cabo durante dos años, la bodega logró avanzar en el cumplimiento de los requisitos correspondientes en un 61,36 por ciento, de los cuales se contempló mejoras en sus prácticas de trabajo, en la trazabilidad y en las adecuaciones edilicias, entre otros aspectos. Sin embargo, como el objetivo planteado desde un inicio era más ambicioso, la empresa solicitó al Inti continuar con asistencias técnicas y acompañamiento.
La segunda etapa de trabajo conjunto se inició a principios de 2020 en plena pandemia. La bodega logró un salto cualitativo en su sistema de BPM, alcanzando óptimos resultados al incorporar hábitos de calidad. Además de las inversiones, se realizó un trabajo relevante en materia de documentación, registros, estandarización de procesos, capacitaciones, orden y limpieza, entre otros aspectos que hacen al sistema empleado. En esta instancia se llegó a cumplimentar los objetivos planteados inicialmente en torno al 81 por ciento de los requerimientos. De la mano del porcentaje, se evidenció una apropiación del conocimiento con la convicción de que el desarrollo de una mayor calidad es el rumbo para el agregado de valor y la diferenciación de su vino.
“En la búsqueda de elaborar productos de alta gama, la aplicación de las BPM nos permitió realizar una trazabilidad e imponer una reducción de tiempos en la producción que fue muy significativo. Fuimos percibiendo esa mejora a medida que avanzábamos en su aplicación. Cuando hubo dudas, siempre tuvimos una rápida respuesta de las especialistas del Inti en Neuquén, incluso en pandemia”, afirma Julio Penros, titular de Puerta Oeste. Su Malbec recibió en el año 2021 la medalla de oro en el 33°concurso del Consejo Profesional de Enólogos y Centro de Enólogos de San Juan.
Por su parte, Carmen Díaz, integrante del Departamento de Alimentos y Bebidas del Inti en Patagonia, señala: “Esta ha sido una experiencia muy interesante de asistencia técnica, sobre todo porque la implementación de BPM son procesos largos que demandan mejoras profundas por parte de la empresa en su filosofía de trabajo; muy pocas veces se logra acompañar todo el proceso y evidenciar resultados tan sobresalientes”.
“Puerta Oeste interpretó nuestra propuesta para capitalizar el conocimiento y que la apropiación tecnológica perdure, más allá de nuestra asistencia”, agrega Díaz, quien trabajó en la asesoría técnica junto a Magalí Gastaldo del mismo departamento.
La articulación que propone el Inti, organismo tecnológico dependiente del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación, consiste en promover la difusión de conocimiento en el sector industrial para que las bodegas puedan incorporar los beneficios de calidad y productividad que trae aparejada este tipo de tecnologías. En muchas oportunidades, el financiamiento para este tipo de proyectos se logra a través de convenios con entes nacionales, provinciales o a través de acceso a créditos destinados a desarrollos productivos.
Puerta Oeste decidió cambiar su filosofía e incorporar tecnologías con la convicción de generar un producto de calidad que cumpla con todos los requisitos de inocuidad alimentaria. Los cambios en la empresa fueron numerosos y han sido reconocidos por parte de los inspectores del INV, así como de parte de Adeneu, la Agencia de Desarrollo Económico de la provincia de Neuquén.