El encuentro, que se desarrollará frente a la Caminera de Cipolletti, propone un menú de cuatro pasos diseñado para resaltar los sabores del fuego patagónico y demostrar la versatilidad de los blends mendocinos elegidos para cada plato.
En esta cuarta entrega, Chiquín renueva su compromiso con la cocina a las brasas: cada proteína y cada guarnición llegan a la mesa con la impronta de la leña y el carbón, cuidando puntos de cocción y texturas para un maridaje preciso.
La velada se abrirá con langostinos gratinados que invitan a un primer sorbo del Perro Callejero, blend de Malbec. La frescura marina se encuentra con la fruta roja y los leves ahumados del vino, preparando el paladar para el resto del recorrido.
Como entrada, los comensales degustarán un pletzalej de pastrón y pepinillo, receta de raíces centroeuropeas reinterpretada con productos locales. El plato se acompaña con Pispi, blend de tintas, cuya acidez ayuda a equilibrar la jugosidad del pastrón y el ligero dulzor de la masa.
El turno principal llegará con un medallón de bife de chorizo relleno de puerro y queso, bañado en salsa de vino tinto y servido junto a milhojas de papa bien crocante. Para sostener la potencia del corte, la carta propone Sapo de Otro Pozo, blend de tintas que suma notas de especias y taninos sedosos.
El cierre dulce se confía a un flan de coco y dulce de leche, clásico argentino con un guiño tropical. El burbujeante Mosquita Muerta Extra Brut aportará frescura cítrica y fina mousse, limpiando el paladar y dejando un recuerdo festivo.
El maridaje estará guiado por la sommelier Luciana Márquez, quien explicará cada combinación y compartirá detalles sobre los vinos elegidos, brindando a los comensales una experiencia más profunda y participativa.
Además, la noche contará con música en vivo a cargo de Fabio Balbarrey, quien desplegará su talento en voz y saxofón, sumando un clima íntimo y elegante a lo largo de toda la cena.
El valor de la experiencia es $ 50.000 por persona e incluye todos los pasos, vinos, espectáculo y guía de maridaje. Los cupos son limitados, por lo que se recomienda reservar con anticipación al 299 462 0740.
Detrás del evento se encuentran Late Patagonia, plataforma que impulsa propuestas enogastronómicas en la región; Mosquita Muerta Wines, bodega mendocina conocida por su creatividad en la elaboración de blends; y la propia Parrilla Chiquín, cuyo equipo domina el fuego como pocos en el Alto Valle.
Las etiquetas de Mosquita Muerta, creadas por Agostino Wines, se caracterizan por rescatar parcelas selectas de distintas zonas de Mendoza y combinarlas en vinos vibrantes, de estética descontracturada y gran aceptación entre el público joven.
Chiquín Fuegos y Cocina, por su parte, ha convertido la parrilla en laboratorio: allí se sellan carnes de pastura y mariscos, se ahúman vegetales y se montan salsas que realzan cada bocado sin opacar la materia prima.
Con estas credenciales, Carne & Vino promete una noche donde los sentidos mandan: chisporroteos de leña, aromas de malta y frutos rojos, texturas crocantes, acordes suaves de saxofón y charlas distendidas serán parte de la escenografía.
Para la agenda gastronómica del Alto Valle, la fecha destaca como una oportunidad de descubrir maridajes poco convencionales y celebrar la alianza entre productores locales y bodegas que apuestan por experiencias de cercanía.