Su nombre, Alpataco, proviene de un arbusto autóctono, espinoso, que simboliza la tenacidad y resistencia de la vida en la estepa patagónica. Ni los suelos pedregosos, los vientos y el clima seco característicos de la región pueden quebrantar su espíritu; o evitar que produzca un fruto generoso que, en otros tiempos, fuera alimento base de los aborígenes de la zona.
“Alpataco nació en el año 2008 como un vino hecho y diseñado para exportación. Hace unos años decidimos probar la aceptación del estilo en el paladar Argentino y de a poco se están incorporando varietales”, explica Leonardo Puppato, enólogo de la bodega. “La idea es llegar con Alpataco a canales exclusivos, realizando un trabajo comercial cuidado y personalizado”.
Alpataco se comercializa principalmente en Estados Unidos, Brasil, Inglaterra y también en Argentina. “La vinificación es tradicional, el uso de la gravedad permite una mínima intervención de bombas y elaborar una manera muy cuidada y protectiva”, afirma Puppato. Los bajos rendimientos del viñedo y el método de elaboración dan origen a vinos frescos y elegantes, que expresan cabalmente la tipicidad varietal y la particularidad del terruño.