Tomar las riendas de un negocio. Eso tuvo que hacer Malena tras el paso al costado que dio su padre y fundador de Fábrica de Artistas, Jorge Albarracín, del espacio que forma a profesionales y produce obras especiales para toda la comunidad en el centro neuquino.
La actriz, de 30 años, es recibida del Conservatorio Nacional de Artes en Buenos Aires, y empezó a trabajar con el arte en la salud (y en la salud mental en particular) desde los inicios de su carrera. “Di clases de comedia musical desde muy chica, y después de trabajar en Buenos Aires muchos años me agoté. Fue ahí que mi papá, que ya tenía Fábrica acá puesto me dicho de venirme”, relató Malena, quien fue parte del equipo que coordinaba los talleres del Hospital Borda durante cerca de un lustro.
Ante la consulta de cómo el momento en que aceptó arribar a Neuquén y tomar la posta de este espacio tan especial, la artista comentó que “Llegar fue un caos, nunca en mi vida tuve un negocio. Fue como venir de trabajar con gente que manejaba su negocio a manejar la tuya. Y eso es tener mucha gente a cargo, y saber que si te mandás una cagada sos vos la cabeza”.
Es que es difícil en todo ámbito, pero la cosa se eleva una categoría cuando tu espacio trabaja con la inclusión. Y ese es el caso de Fábrica, en donde la gente con alguna discapacidad tiene el espacio para ser parte de la propuesta como cualquier otro. “Para más importante es el armado del equipo, siempre. Nosotros trabajamos con discapacidad, con la inclusión en el arte. Cualquier persona puede ir a hacer los talleres, pero para eso tenés que tener gente especializada”.
“Dentro de Fábrica ahora tenemos un elenco estable que ahora está en el Ámbito Histrión haciendo funciones, y también empezamos a armar algunas producciones propias”, agregó a la lista de puntas que se tocan en ese rincón de la ciudad ubicado en la calle Jujuy, casi rozando la esquina con San Martín.
Pero la carrera de esta mujer no acaba ahí. Además de dirigir el espacio, ella trabaja con talleres especiales para personas que están atravesando diferentes tipos de adicciones. Un tema que en la entrevista la llenó de entusiasmo mencionar.
A la par de dar clases y de dirigir la sede neuquina de Fábrica, hace 6 meses también inauguraron un espacio propio en Plottier. Y siguen encontrando alumnos que los eligen.
“La gente está muy necesitada de éstas cosas. Si bien no somos una prioridad, porque no somos un hospital o una farmacia, la gente apuesta a esto. Y también apuesta cuando hay problemas grandes, como salud mental o adicción”, mencionó Malena. Una mujer para no perder de vista.
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