Prueba de manejo: nueva Toyota SW4

agosto 5, 2016 en Pruebas por Mauro Osorio

Toyota SW4

Más lujosa, más diferenciada de Hilux pero potente como siempre: así es la nueva Toyota SW4 que se hace en Argentina. Test drive de casi mil kilómetros por Córdoba.

  • Toyota SW4 SRX 2.8 TDI automática con 7 asientos
  • Precio: $989.600
  • Origen: Argentina
  • Garantía: 3 años o 100 mil kilómetros, transferible.

Este año se habló mucho del fenómeno Hilux, la pickup de Toyota que se renovó a fin de año y que se convirtió en un verdadero hit de nuestro mercado, transformándose en el vehículo más vendido de Argentina. Pero, a su manera, la SW4 también es un fenómeno de ventas, teniendo en cuenta que su precio de lista roza el millón de pesos.

En efecto, en lo que va del año se vendieron nada menos 2.072 unidades de SW4 y hoy por hoy, si un cliente quiere comprar una unidad, tendrá que esperar bastante, por más que se haga en Argentina. Recordemos que se trata de la nueva generación de este todoterreno, que no tiene nada que ver con la versión que se vendía hasta el año pasado.

Por gentileza de Toyota Argentina pudimos manejar la nueva SW4 por casi mil kilómetros de rutas y caminos cordobeses.

Exterior

Toyota SW4

Durante 2014 y 2015, Toyota realizó focus groups en todo el país de usuarios de SUV de distintos tamaños, más preocupados por el precio que el segmento del vehículo. Se interesaba particularmente por usuarios que compran camionetas como la Santa Fe o Captiva y muy pocas veces las sacan del asfalto.

La idea de Toyota para esta generación de SW4 era despegarla lo más posible de la Hilux y explotar todo el potencial de un todoterreno de lujo. Por eso, por primera vez el diseño de la nueva Toyota SW4 tiene algo de personalidad propia, sin perder sus rasgos identitarios tan característicos, como el pilar C en forma de Z.

«Sofisticación sin límites» es la frase que utiliza Toyota para vender esta SW4, dejando bien en claro su posicionamiento de todoterreno de lujo.

Toyota SW4

Como en otros aspectos, en la SW4 conviven lo moderno y lo clásico. Personalmente, me gusta el diseño, si bien es cierto que puede decirse que Toyota tomó el camino fácil de poner muchas fichas en el aspecto del grupo óptico, como manera de darle sofisticación al diseño. El cromado, otro clásico atajo del diseño oriental, está muy presente en todo el frontal.

El conjunto, en mi opinión, es armónico y actual, con una superficie vidriada bastante grande que combinada con las ópticas delanteras y traseras, ayuda a darle dinamismo. Hay un claro predominio de las las líneas horizontales, que se van afinando hacia los extremos. El pequeño spoiler sobre la luneta ayuda a este efecto dinámico.

Toyota SW4

En lo funcional, se cuidaron mucho los ángulos de ataque (ahora de 29°) y de salida (25°) y lo único que eventualmente puede tocar son los estribos laterales, aunque la altura libre del suelo está muy bien (227 mm). Lo más interesante es que la distancia entre ejes creció hasta los 2,745 metros, sin aumentar demasiado el largo total (4,795 metros).

No nos gusta extendernos demasiado en el diseño, ya que en el fondo es cuestión de gustos. A nosotros nos parece que está muy bien, llama la atención en la calle y se han cuidado los detalles para que no estorben a la hora de tener que sobrepasar obstáculos. No hay que olvidar que estamos frente a un todoterrono de los de verdad.

Interior

Toyota SW4

En el interior es donde la nueva Toyota SW4 se diferencia más de Hilux. Si bien comparte ciertos elementos, Toyota buscó darle mayor refinamiento, con la elección de materiales blandos (cuero en el tablero) y mayor sofisticación, con una pantalla táctil distinta e integrada (la de Hilux es flotante). También hay mucho plástico con aspiraciones de madera, que será de gusto de algunos pero que a nosotros no nos atrae demasiado.

Acá hay que decir algo: tradicionalmente, la SW4 ha sido muy rústica en su interior y en esta nueva generación busca borrar ese pasado. En gran parte lo logra, pero queda en deuda en una de las formas de la sofisticación: la sencillez. Toda la interface del equipo multimedia es muy poco intuitiva y requiere bastante acostumbramiento para hacer cosas que deberían ser más simples.

En este punto hay que mencionar que la SW4 viene preparada para recibir los sistemas Android Auto y CarPlay, para ver distintas funciones de los celulares en la pantalla multimedia. Esto sería una ventaja, ya que ambos sistemas son más intuitivos que el que trae Toyota, pero no están disponibles, al menos por ahora, en Argentina.

No nos cansamos de decir: las pantallas táctiles tienen que ser muy buenas para prescindir de los botones físicos. Siempre es mejor y más seguro tener botones que uno puede tantear con la mano sin necesidad de mirar la pantalla que complejos menús que no siempre responden como uno imagina. Para usar los comandos por voz es necesario grabarlos previamente, una solución que no es lo que uno espera en un auto modelo 2016.

Toyota SW4

Instrumental con pantalla color muy clara y cómoda. Al costado del volante, las levas para pasar los cambios.

El ingreso y la posición de manejo son buenas para este tipo de vehículos. Para entrar hay que valerse de la práctica agarradera situada en el pilar A y no olvidarse de usar el estribo, o terminaremos con los pantalones sucios. La regulación eléctrica del asiento es un gran punto a favor, sobre todo si queremos cambiar la altura al pasar de ruta a caminos con dificultades, que requieren mejor visión.

El instrumental con pantalla color compensa algunas dificultades de la pantalla multimedia: es cómodo, preciso y claro. Gracias a unas flechas en el volante se puede cambiar todo el tiempo lo que queremos ver en la pantallita, ya sea la radio, los consumos o una brújula que en algunos caminos de traslasierra resultó más útil que el mapa.

Toyota SW4

Todo el interior se saca una excelente nota en funcionalidad. Hay portaobjetos por todos lados (hasta unos posavasos que descubrimos de casualidad), dos guanteras, apoyabrazos central con otra gaveta portaobjetos, asientos traseros corredizos que se pliegan  y lo que más nos gustó: una toma de 220 voltios que permite enchufar una laptop u otra herramienta de trabajo mientras viajamos.

El espacio es sumamente adaptable. La segunda fila se puede adelantar o llevar más atrás para regular el espacio en la tercera fila de asientos. Ésta es principalmente para dos niños, pero ante una eventualidad pueden ir dos adultos con la limitaciones del caso, sobre todo en el espacio para las cabezas. Las siete plazas tienen cinturones inerciales y apoyacabezas regulables, un gran pulgar arriba para la SW4. También tiene anclajes isofix para colocar sencillamente sillas infantiles.

Toyota SW4

La tercera fila de asientos se levanta hacia los costados y las butacas se cuelgan para que quede libre un baúl generoso. El sistema de bancos colgantes es sencillo de operar pero no nos libra de algunos ruidos cuando hacemos alguna travesía fuera de camino. Sería mejor alguna sujeción que los fije sin tanto movimiento. Hablando de sujeción: en el baúl se extraña algún tipo de red o compartimento pero se puede comprar por separado ($1.087).

Toyota SW4

Esto es muy bueno para un vehículo de este nivel: un enchufe de 220V, para enchufar una laptop o cualquier tipo de cargador.

El equipamiento de seguridad se lleva 10 puntos: control de tracción, control de estabilidad, 7 airbags (incluido uno de rodilla para el conductor), control de balanceo de trailer, asistente al arranque en pendientes, asistente al descenso, antinieblas delanteros y traseros y lo ya mencionado respecto a apoyacabezas, cinturones y anclajes isofix, entre otras cosas.

En confort también es completa, pero en este tipo de vehículos uno siempre puede pedir más, debido a su precio. Por ejemplo, el reglaje de los asientos podría tener memorias, teniendo en cuenta que es eléctrico. Un techo solar también le vendría muy bien a este vehículo pensado para disfrutar al aire libre.  Se destacan, en cambio, detalles como la apertura eléctrica del baúl (se puede desactivar con un botón a la izquierda del conductor) o la toma de 220V mencionada anteriormente.

Toyota SW4

Una curiosidad: a medida que nos vamos hacia atrás de la SW4, la calidad de terminación va decayendo. Estos plásticos, por ejemplo, tienen rebarbas en los bordes.

En marcha

Toyota SW4

En movimiento, la SW4 se benefició de todos los cambios que Toyota dispuso para Hilux: necesitaba que su camioneta dejara de ser un potro salvaje y tenga un andar más domesticado. La rudeza de la Hilux, daño colateral de su robustez, ya no era tan bien vista por quienes deben pasar 12 horas arriba de un vehículo de trabajo. El andar de la Amarok empezaba a tomarse como referencia.

Toyota trabajó mucho para mejorar el andar de Hilux (lo logró) y ese beneficio ahora abarca también a SW4. Sin ser un auto -el peso y la enorme distancia entre ejes conspiran- la SW4 mejoró notablemente sus modales y se comporta mucho más civilizadamente. Sin embargo, no por esto pierde capacidad off-road.

Toyota SW4

El motor es el mismo de Hilux, 2.8 litros turbodiésel (hay que usar gasoil premium) 16 válvulas con turbocompresor de geometría variable, distribución DOHC por cadena de 177 caballos de potencia. Sin embargo, su fuerte es el torque y no la potencia: con caja automática dispone de 450 Nm entre las 1.600 y 2.400 vueltas, lo que convierte a la SW4 en un verdadero tractor.

Es decir, que a la SW4 se la siente con más empuje que agilidad, aunque tampoco es en absoluto lenta. Lo que más se disfruta en ruta es la capacidad de sobrepaso, basta pisar el acelerador para que la caja y el motor entren en simbiosis y este todoterreno de 2,7 toneladas de peso salga despedido hacia delante.

En este punto, vale la pena mencionar los modos de conducción que la electrónica de SW4 dispone. El Eco Mode es el menos divertido y como el nombre lo sugiere, busca el ahorro de combustible, gracias a una reacción más lenta de del acelerador y la caja automática. También regula el funcionamiento del aire acondicionado.

El otro extremo es el Power Mode (PWR) que hace justamente lo contrario. Pone la central electrónica del motor en consonancia con los requerimientos del pie derecho del conductor, de manera de darle la máxima potencia cuando se pisa el acelerador. La combinación del Power Mode, tracción trasera, barro y control de tracción desactivado es todo lo que siempre soñamos como diversión.

Toyota SW4

Para conocer todo, pero todo, de la SW4 se recomienda leer este manualcito de 850 páginas. ¿Cuenta como lastre?

El desempeño en autopista es sobresaliente, con andar aplomado y buenas reacciones. Con tanto tamaño, uno teme doblar fuerte o frenar de golpe, pero la electrónica de la SW4 hace todo bien y uno nunca siente inseguridad.

En ciudad se banca cualquier desafío, incluso las calles derruidas de Córdoba. La visibilidad es buena para su tamaño y la cámara de retroceso ayuda a estacionar, si es que encontramos lugar en el que entre. La dirección es hidráulica, con piñón y cremallera, y no presenta inconvenientes pese a no ser la más liviana del mercado. La suspensión trasera podría ser más suave con el uso de algún sistema independiente como los que usa Nissan.

¿Y off-road? Bueno, es tal cual uno se la imagina, capaz de sortear casi cualquier obstáculo, con el único límite del tipo de cubiertas de uso mixto si nos metemos en barro pantanoso. En el resto de los terrenos es imparable, con buenos ángulos de ataque y salida, la reductora old style que convierte a SW4 en un tractor y el bloqueo del diferencial trasero para liberarnos de un atasco grave. Sacando al Jeep Wrangler, es difícil sentirse más seguro fuera de ruta con otro vehículo.

Los consumos no están nada mal para el 2.8. En ruta, a 110 km/h ronda los 8,5 litros cada 100 km y a 130km/h da un salto hasta casi los 10 litros. En ciudad, la caja automática resiente un poco los números hasta casi los 12 litros cada 100. Estos valores son muy buenos y dan una gran autonomía a la SW4, que con sus 80 litros puede llegar a los mil kilómetros de ruta si somos cuidadoso.

Llegando

Toyota SW4

Podríamos calificar a la SW4 como el buque insignia de la industria automotriz argentina, al menos hasta que veamos cómo va a ser la pickup que Nissan va a hacer en Córdoba para Mercedes-Benz. Es un producto caro, sí, pero que vale cada peso puesto en él y sus 2 mil compradores argentinos en lo que va del año demuestran que no está fuera de mercado. Es más, hoy la demanda supera ampliamente a la oferta.

Tiene todo lo que se le puede pedir a un todoterreno civil y mejoró su principal punto débil, que era cierta rusticidad. Ahora se la siente más confortable y distinguida y no simplemente como una Hilux carrozada. No es el vehículo más lindo de la calle pero no deja de llamar la atención, sobre todo por su diseño frontal.

Donde Toyota parece ir en contramano es en la experiencia interactiva. Mientras muchos vehículos con pocas prestaciones suplen deficiencias con cachivaches tecnológicos, la SW4 no pudo dar el salto de ofrecer una interacción amigable con la buena pantalla multimedia. No es que esté mal o sea incompleto el sistema, es que es poco intuitivo. En este sentido, sería muy bueno que Toyota ofrezca CarPlay y Android Auto lo antes posible en Argentina.

Del resto, casi nada para criticar. Toyota tiene una larguísimo historial haciendo todoterrenos y no le perdió la mano con esta Sw4. A su excelente desempeño ahora le suma distinción en el interior y diseño más llamativo. Largo reinado a la SW4.

 

Seguinos en Facebook o Twitter.

Para recibir más novedades de este tema te podés suscribir por mail a nuestro boletín.

Galería de fotos

Comentarios