Recorrimos parte de la extensa geografía que posee en San Patricio del Chañar la bodega líder de la provincia. Allí charlamos con el Gerente de Campo, Sergio Arto, quien conoce “bastante” el lugar. En un primer sincero recuento, reconoce estar en la empresa desde que comenzó -hace unos 20 años atrás- como un pequeño proyecto.
Para este ingeniero agrónomo, quien al poco de tiempo de terminar sus estudios le tocó ser partícipe de un anhelo que hoy se convirtió en una potente marca, “la situación no es tan grave, se ve menos tiraje en algunas las plantas que perjudica un poco la producción”, y añade que “necesitamos las imágenes del drone para ver qué revela el follaje del viñedo”.
Nos explica técnicamente que “dentro de la zona que se plantó hay distintas terrazas, justo coincide que hay dos cuadros que están en el cauce de un cañadón que viene de más arriba de la barda, y el riego por goteo drena hacia ese cauce, entonces cuando comenzamos a regar ya avanzada la temporada, detectamos que en la zona baja se nota anegamiento y con la llegada de alguna lluvia se acrecienta la salinización”
Particularmente las zonas con estas complicaciones son el cuadro Nº3, donde se plantó cabernet franc, y el cuadro Nº 6 donde está una “pequeñísima” parte de la uva malbec, éste último sector del viñedo es el que mayormente afectado está por el anegamiento.
“Desde el terreno vemos que casi la mitad del cuadro 6 está afectado, pero no resulta una medición exacta, nosotros podemos ver si se apelmaza el suelo, o bien si las raíces están sin oxígeno contribuyendo a la salinización, pero con los vuelos de los drones llegaremos a mejores diagnósticos”, explica Arto.
Nuevamente nuestro objetivo, una vez más, fue acompañar la tarea que desarrolla Axsol Vistas Aéreas para descubrir cómo se aplican (en el sector de la vitivinicultura) los avances tecnológicos provistos por los vuelos de los vant, registrando con su cámara multiespectral los detalles específicos que presenta esta plantación, fruto de la noble y simbólica bebida argentina.
Arto menciona que “la situación comenzó por empeorar hace poco menos de un año luego de unas lluvias fuertes que se registraron en esta región, allí es que apareció este anegamiento en las filas, hoy el suelo se ve levemente más seco que al año pasado”.
En números ese cuadro de malbec hace unos cuatro años atrás daba un rendimiento de 4 mil kilos por hectárea, amplía en la referencia el especialista. Ahora, seguramente bajará esa cifra -que no está registrada- porque la cosecha aún no se realiza, aunque a poco tiempo estamos del comienzo de esa temporada.
Según este profesional se va a realizar un “drenaje”, primero deberán retirar una extensa alameda entre ambos cuadros, todas estas tareas se realizarán según Arto, antes del comienzo de la cosecha –mes de marzo- para que su funcionamiento quede listo prontamente. “Y luego si es necesario habrá que lavar suelo si está muy salinizado o bien realizar alguna enmienda para ayudar a que la planta reaccione”, dice Arto.
Además sumarán los resultados de las mediciones realizadas por Cristian Sanz, de Axsol Vistas Aéreas, y de Fabricio Sgammini de Vibranium DroneFilm, expertos pilotos ANAC quienes aportarán ésta y otras experiencias locales (ver nota acá) como contenido del próximo workshop de mapeo con drones que se realizará en Neuquén (ver más info, acá).
Sanz define que “es un salto importante en el desarrollo de sus servicios ya que ayudar a mejorar estos procesos, aportando innovación, gratifica la tarea y se siente el respaldo cuando somos contratados por empresas como la talla de esta bodega”.
Bodega Del Fin del Mundo en 20 años pasó de 5 mil litros a 9 millones, marcando así un considerable crecimiento en su producción. Arto recuerda que en 2017 se perdió cerca del 30% por las heladas, “en la zona de picada 14 y 16”, pero en estos días que comenzaron las cosechas de pinot noir y chardonnay, “son las que utilizamos para base champagne” auguran una temporada normal, “que para nosotros significa un buen año”.
Arto es un conocedor de estos viñedos, prácticamente ha desarrollado toda su carrera allí, está cerca del ciclo de la planta, desde el invierno en momentos de poda y sanidad, fertilización y nutrición, como otras acciones hasta la cosecha.
Este 2018 cumplirá 20 años, “comencé cuando éramos solo un proyecto y hacíamos los primeros desarrollos, hoy ya somos una bodega de producción consolidada”.
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